sábado, 26 de marzo de 2011

Siempre vamos a tener el otoño...

Siempre buscando la visión positiva


Ojo con picada - no altera la visión

Aunque algunas veces me olvido, trato de recordarme cada mañana lo afortunada que soy. Creo que la fortuna o el infortunio mismo, dependen simplemente del cristal con el que se miren las cosas. Todos podemos ser optimistas o pesimistas sobre los mismos hitos.

Me enojo conmigo misma cuando me siento triste por una estupidez…o por cosas solucionables, o olvidables, o superables. Coloco todas mis fuerzas en salir de esos pozos que encuentro tontos.

Cuando las cosas acontecen, buenas o malas, sin pedirnos permiso, creo que es fundamental entender que están ocurriendo cuando y como deben ocurrir. Lo que, en primera de cambios, no resulta nada simple.

Cuando los golpes son demasiado fuertes, cuesta más ponerle colores al cristal con el que miramos…pero el caleidoscopio de la vida nos muestra que todo cambia, todo el tiempo, y nada, nunca, vuelve a ser igual. Por lo tanto, pretender que algo “vuelva a ser como antes”, lo veo, como mínimo, como un optimismo naif. De ahí en más, no encuentro más que trabajo de construcción.

Joaquinito dice: “ Y no hay lágrimas que valgan para volver a meternos en el coche, donde aquella noche en pleno carnaval, te empecé a desnudar”.

Por supuesto que estoy usando la metáfora, porque nada más lejos de mí que un auto en estos momentos de mi vida! (el toque bobao no puede faltar en el análisis…pasan pavadas por mi cabeza como si fuera una autopista…sólo que, como buena guarda de tránsito argentina, freno sólo a las que pueden pagar la multa…y sigue…y sigo…basta).

Cuando pasó lo de Seba, me sentí triste y desafortunada. De hecho, eso fue lo mínimo que sentí…ya expliqué varias veces eso…es el destrozo mismo de la vida, es el corazón mismo despedazándose, literalmente…se siente uno en el comienzo del fin.

Con el tiempo, sin pausa pero sin prisa, con la ayuda de una psicóloga que fue increíble, de la gente querida que me rodeaba, Pablo particularmente soportando mi día a día, y sobre todo, del coraje y la fortaleza vistos en quienes estaban en la misma, y aún peores (se puede medir el grado?) condiciones de desespero que yo (mamá, papá, la Moni), empecé a asimilar esto que nos tocaba vivir, como un elemento más en la obra a interpretar.

Copio un divague vía facebook que surgió con un amigaso con el que compartimos gustos literarios y gourmets, a demás de extensas e interesantes charlas.

15/03/11

• Raúl López: ehh loco, una buena noticia alguna vez!!!
Soledad Pereyra Hoy podés ser feliz...querés una mejor?
Raúl López vamos sole todavía!!!
Soledad Pereyra: Definitivamente las buenas noticias siempre son una buena noticia!
Raúl López woww y qué lindas que son!! quiero una! el otoño me pone triste
Soledad Pereyra: Te la cuento: "Vas a tener como mínimo 1 otoño al año", así que espero que empieces a ver lo lindas que son las hojas amarillas cayendo en tu privilegiado jardín post calle con canal incluido. Que suerte que tenés!!! con semejante frente los otoños te van a ser hermosos!!! ;)
Raúl López: triste en la víspera, que no se rebaje a lágrima, tan pronto,el precioso instante en que la alegría sea coronada por bellas hojas, ya crujientes, ya muertas, alfombra de mis pasos silenciosos...
Soledad Pereyra: Bienvenidas las lágrimas!, tan precisas como los pasos, las hojas y la muerte misma.
Raúl López: esooooo...sole!! te ganaste el corderito de invierno!!!
Soledad Pereyra: VAMOOOOOOOOOOOOOOOOOOSSSS otra buena noticiaaaaaaaaaaaaaa

Volviendo: Hoy a la distancia, pienso que una de las cosas que agradezco, y que más me ayudó a ir para adelante con lo de Seba, es no tener a quien juzgar. Que todo haya sido un acontecer de las cosas, y que, de alguna manera, Seba se fuera haciendo una de las cosas que más le gustaba: Desafiar la velocidad.

Creo que fue clave no tener culpables, esa es la parte donde me siento afortunada, y que quita un poco de mérito a mi salida a flote (si es que salí, o estoy saliendo, o no…esa es la parte que uno nunca sabe, porque todo, desde el momento preciso donde se están juzgando las cosas, pasa a ser relativo).

Cuando creí que tenía una teoría montada en relación a esto, me encuentro charlando con la Flor, amigona mía de Paraty. Cuento para ella lo de Seba (aún no me resulta tan natural transmitirlo a otras personas, aún no tengo muy asimilado el asunto), y lo importante que fue no tener culpables, ella revienta mi teoría, contándome que su papá fue secuestrado y asesinado. Así, duro, agresivo como suena. Pueden encontrarse mayores culpables que en esa situación?. Ella no encontró culpables. Identificaron a los secuestradores, de hecho, están presos, pero ella no los encuentra culpables. Los encuentra víctimas, a la par suya..y pienso…WAW…que capacidad de absorción y análisis. Nunca dejan de sorprenderme las personas que encuentro acá. Verdaderamente, creo que la falta de tiempo para las cosas sociales, como un mate, nos limitan a conocer mucho de las otras personas que tenemos cerca, y ahí perdemos de aprender muchísimo!.

Ahí entendí que Dios, Jebús, o quien sea, nos da lo que somos capaces de soportar, y también nos envía las herramientas que necesitamos, en el caso de la Flor: tolerancia, comprensión, capacidad de análisis, sabiduría. Yo necesité de algunas cosas menos…

La conclusión a la que llegamos me impresionó…por ser exactamente la misma: Somos lo que somos gracias a lo que ha acontecido en nuestra vida. Somos más fuertes que antes, somos más sabias que antes, somos más agradecidas que antes. Somos nosotros, y nuestras cruces…y todo lo que se va materialmente, a la vez que nos libera de peso físico, pasa a ser una ayuda y un apoyo mucho más próximos.

Divagues…para no perder la costumbre. Estoy teniendo divagues largos y profundos dentro mío, pero estoy filtrando…para no andar preocupando a la muchachada, vió? Los que pasen el filtro personal, serán subidos…este no lo pasó, pero pasó.

Se los quiere! Sigo en la búsqueda...no desesperen...