viernes, 13 de abril de 2012

Don Juan dice “ningún camino lleva a algún lado, entonces mejor elegir el que tenga corazón”


En esta búsqueda en la que me he embarcado, las cosas más simples algunas veces se vuelven difíciles de digerir o asimilar, al mismo tiempo que las avasallantes, pueden verse desde un ángulo tan alejado/objetivo que de tan claros, los problemas pierden su gravedad.

Estoy, afortunada yo, leyendo Las enseñanzas de Don Juan, de Carlos Castaneda. Este libro no ha hecho más que dejarme boquiabierta leyendo y releyendo y parando a pensar, y releyendo y comparando y comprendiendo, y descomprendiendo…
Una de las enseñanzas que más me impactó fue la de “Seguir el camino que tenga corazón”…”cualquier camino que tenga corazón”, dice Don Juan, un chamán mexicano al que ninguna palabra se le escapa sin haberla masticado antes, y sin un propósito exacto.
Voy a copiar el diálogo (de una de las partes donde tratan el tema) porque realmente vale la pena.

- Don Juan: Yo digo que es inútil desperdiciar la vida en un solo camino, sobre todo si ese camino no tiene corazón.
- Carlos Castaneda: Pero ¿Cómo sabe usted cuándo no tiene corazón un camino, Don Juan?
- DJ: Antes de embarcarte en cualquier camino tienes que hacer la pregunta: ¿tiene corazón este camino? Si la respuesta es no, tú mismo lo sabrás, y deberás entonces escoger otro camino.
- CC: Pero ¿cómo sé de seguro si un camino tiene corazón o no?
- DJ: Cualquiera puede saber eso. El problema es que nadie hace la pregunta, y cuando uno por fin se da cuenta de que ha tomado un camino sin corazón, el camino está ya a punto de matarlo. En esas circunstancias muy pocos hombres pueden pararse a considerar, y más pocos aún pueden dejar el camino.
- CC: ¿Cómo debo proceder para hacer la pregunta adecuada, Don Juan?
- DJ: Pregunta nada más.
- CC: Lo que quiero decir es si hay un método indicado para que yo no me mienta a mí mismo y crea que la respuesta es sí cuando en realidad es no.
- DJ: ¿Por qué habrías de mentir?
- CC: Tal vez porque en ese momento el camino es agradable y me gusta.
- DJ: Esas son tonterías. Un camino sin corazón nunca es disfrutable. Hay que trabajar duro tan sólo para tomarlo. En cambio, un camino con corazón es fácil: no te hace trabajar por tomarle el gusto.

Cuando Castaneda lo interroga sobre cuál es la forma de saber si un camino tiene corazón o no, Don Juan tiene una respuesta tan simple como: “Se pregunta a uno mismo si ese camino tiene corazón”, así de simple?…

Don Juan dice: hay que elegir el camino con corazón, y Castaneda le pregunta cómo saber si uno no se está mintiendo a sí mismo en la respuesta a esa pregunta, a lo que Don Juan dice algo lapidariamente simple: Qué razón habría para mentirse?
Boooom! Cerebro contracturado. Por qué uno se mentiría?

Intenté hacer los dos ejercicios: encontrar qué camino tenía corazón en mi vida (creo que no es sólo cuestión de decisiones de vida radicales, sino que incluye hasta las pequeñas bifurcaciones que se nos cruzan cotidianamente), y buscar el motivo de por qué alguna vez me mentí de que algún camino tenía corazón (cuando realmente la tozudez y los resultados me dejaron como la costurerita que dio el mal paso).
En el primer ejercicio fracasé con todo éxito, lo que me sirve para imaginar que no es TAN simple como lo ve Don Juan, sino que él ya tiene cancha en eso. Así que mi tarea primogénita sigue al punto de no dejarme ni un minuto de paz conmigo misma sin dispararme: cómo saber qué camino tiene corazón.

Don Juan la tiene tan clara, que ni siquiera dice “que tenga corazón PARA VOS”, es como que simplemente existieran en este mundo, en estas vidas, caminos con o sin corazón.

Y siempre se me pasa la vieja por la cabeza con su preguntilla atronadora: “Y? sabés por fin qué cornos querés hacer de tu vida?”. Y me di cuenta de que varias decisiones que tomé, en las cuáles me metí en caminos sin corazón (adelantándome soberbiamente a pensar que ya puedo definir AL MENOS cuáles no lo tuvieron), fue por agradar al resto, o agradarme a mí misma para agradar al resto. “Qué camino me queda más bonito? Combina con mis capacidades?, todos contentos? bueno, ése agarro!, acepta débito?”).

Aclaración pertinente anti desheredación: Es LÓGICO que los padres quieran para nuestras vidas, decisiones sanas, que nos lleven lo más confortables posibles, por una buena vida que nos haga felices y que no nos quieran ver subutilizados en nuestras capacidades. No reniego de mis padres ni de sus plegarias para con nuestra plenitud; simplemente disiento, algunas veces, de mi debilidad para defender el camino que tiene corazón. (Unita nota de color: mientras yo le tiro con granada a la vieja, ella me devuelve una hermosa flor con forma de artículo periodístico, que habla sobre el camino hacia la felicidad, donde sigilosamente, le da cierta razón a mis nuevos pasos).
A lo cual se me suma un pensamiento: si aún no nos vieron brillar con cierta constancia/estabilidad, es que aún no hemos sacado de nosotros aquello que mejor hacemos… por lo que aún nos falta descubrir un importante camino con corazón: nuestra misión en este mundo.

Esta nueva vida me dio otra enseñanza más que conseguí asimilar en mi profundidad de ser. Por fin entendí, por primera vez y gracias a Dios sin que me saliera tan caro, lo que es una persona tomando un camino sin corazón, y también vi que es dificultoso hasta tomarlo, y que efectivamente, si la persona no quiere dejarlo…lo terminará matando.

Mi decisión por esta nueva vida es un camino con corazón, eso sí lo sé. Habiendo tomado el camino con corazón, sé que estoy en mi lugar de poder (a decir de Don Juan), y es desde acá que me apalancaré para mover el mundo.

Ahora ya lo sé: UN SOLO CAMINO HE DE CAMINAR, CUALQUIER CAMINO QUE TENGA CORAZÓN.

miércoles, 21 de marzo de 2012

El día que te convertiste en mi estrella

Mi vida siempre fue simple, a pesar de tener una capacidad no vista de verla complicada. Y cuando digo simple lo digo en el hermoso sentido que le dan los brasileros: “perfecta”, con todo lo que tiene que tener para ser linda, ni más, ni menos. Papá, mamá, hermano, familia, domingo con los abuelos, sábana y mantel, comidas ricas o prolijitas, guardapolvo relativamente limpio, juguetes a mansalva y bici cheta.
Mi astucia para enmarañarla nunca cegó mi capacidad de, en momentos de debilidad, saberme un ser minusculito al cual un ser gigantesco miraría con ternura y cierta gracia, por ser uno más de los millones de seres minusculitos que creen que sus problemas son los únicos y los mayores.
Siempre, a pesar de los momentos de tristeza dignos del ser humano (peleas con la familia, malos tragos educacionales, desilusiones amorosas o amicales, fracasos, etc., etc.), me consideré con mucha suerte. Incluso ante golpes bajos recibidos antaño, como la pérdida de mi primo y mi tía en un accidente tres meses después de la muerte de mi primer abuelo, o la pérdida de mis otros tres abuelos a lo largo de mi adolescencia. Llegué a pesar incluso que no tenía corazón…o alma! (y hasta lo consulté con la vieja) por mi capacidad para sobrellevar esas cosas. Las incorporé con un sentido tan lógico, que dejaba de tener espacio a discusión o queja. Es y es…y avati sempre avanti.
Cuando empecé a conocer gente nueva a montones en mi radicada en Córdoba, empecé a escuchar historias de vida verdaderamente complicadas…angustias por padres ausentes (física o espiritualmente), personas afectadas por la pérdida de alguien directo, chicos criados por sus abuelos… chicos que quedaron al medio de dos familias, y que ni el padre ni la madre se hacía cargo…y otro montón de historias tristes similares. Cuanto más escuchaba, más y más afortunada me sentía. “Yo tengo mis viejos y mi hermano, me aman y los amo, no hay discusión que nos separe por más de algunas horas, nunca me faltó ni comida…NI NADA! Tuve y tengo todo, absolutamente todo lo que quise, y si no?, ni cuenta que me di!
Entonces recibí el primer latigazo fuerte al cuore. Días antes de mi entrega de diplomas de la universidad, mi tío Negro, con quien había creado un indestructible vínculo de amor, compañerismo, paternidad, hermandad, amistad…se me va, rápidamente, víctima del cáncer y la miseria humana.
Pérdida… nunca más.
Me cuesta horrores usar las palabras “nunca más” o “para siempre”. Lo eterno me resulta demasiado.
Sin embargo rápidamente logré adaptar mi chip a que había sido suficiente buena suerte el tiempo que pude disfrutarlo conmigo, y que en el tiempo en que estuvimos juntos, pudimos darnos mutuamente tanto como fue suficiente/necesario el uno al otro.
Y para adelante.
Debo admitir que siempre me quedó haciendo ruido mi capacidad de superar esos golpes, pero es como que mi cabeza, cuando algo se finí, se finiteaba mesmo! Se fue?, se fue, se perdió?, se perdió, acabose.
Y ahí, cuando andaba con mi vida ya resuelta a pesar de algunas preguntas existenciales a las que prefería esconder tras 7 llaves, BOOOOM! Te me fuiste.
3 años ya y aún no puedo sentarme a escribir de vos, ni de mí sin vos. Así que luego de borrar interminables veces las 10 palabras seguidas que consigo hilar, resumo.
Toqué fondo. Llegué a dormirme al lado del último orejón del tarro de la tristeza. Llegué a temer a la demencia, la depresión y la autodestrucción. Sentí lo que es, físicamente, el dolor del corazón desgarrado. Me autodefiní como una “cargadora de dolor”. Eso charlaba con mi psicóloga: “quién merece pasar las fiestas con una familia cargadora de dolor?”
Entendí muchas cosas. MUCHISIMAS. Creo que una pérdida tan fuerte es casi imposible que te pase por arriba sin dejarte grandes enseñanzas (aprendizaje a corto, mediano y largo plazo).
Cuando me enteré del accidente supe que crucé una puerta que atrás mío se cerraba, y que nunca más se iba a abrir. Y así fue. Por suerte no era la de la felicidad como yo creía, pero si la de toda la vida proyectada hasta entonces.
Todos mis planes, absolutamente todos, quedaron en tela de juicio y perdieron su total sentido.
Mi hermano sería el hijo presente, yo la ausente; él se encargaba de pensar en los nietos para los viejos, el casorio, el asado de los domingos con ellos, etc.…mientras yo me dedicaba a ser exitosa en mi vida profesional.
Intenté activar mi salvador optimismo, pero NADA bueno que trajera esta desgracia tenía sentido. Entonces la frase “no hay mal que por bien no venga” se me hacía por demás agresiva. Bien??? Que maldito “bien” podría ponerse en la balanza con lo perdido y me la iba a nivelar??? Bien un CARAJO! NADA bueno que me pase, que necesite de esto, me interesa ni me sirve. No lo quiero.
Con el tiempo entendí que esto no es una cuestión de balanzas, y por primera vez pude vislumbrar algo con una perspectiva un poco más alentadora: me quedé sin plan de vida…se hizo pedazos… ya no tengo futuro establecido…ahora mi futuro está en blanco…es una hoja en blanco…una hoja en blanco en MIS manos…tengo que empezar a escribir, y no se qué…re-escribo o re-invento?...se puede reinventar? En ese momento no le pregunté a mi capacidad, que siempre me subestima, le pregunté a mi corazón: te animás a reinventarte? Y así lo hice, cual ave Fénix, resurgí del fondo de mis cenizas.
Cuando recién pasó lo de Seba (es increíble como hasta mis dedos se niegan a tipear las palabras justas), lo único que se me ocurría decir era: “estamos intentando colocar a Seba en el lugar que menos nos duela”, y así lo hacemos! Con ayudas externas mediante (psicóloga, algunas lecturas de libros de autoayuda como “El camino de la lágrimas”, la familia, el ejemplo maravilloso de mis viejos,  amigos, texto, Pablo y su eterna paciencia e inteligencia, la Moni con su amor y su energía, entre otras miles de ramas de donde me agarraba para no hundirme en la desolación) entendí que Seba, al igual que yo, estaba muriendo para renacer en su nueva versión: mi co-piloto, mentor y guía. Los cambios grandes nunca son fáciles ni indoloros.
Creer o reventar, pero desde que conseguí reconocerlo en su nuevo rol, estamos más cerca que antes, y somos mucho más compañeros. Hoy me protege y me cuida como antes, pero desde mucho más cerca y de una manera mucho más efectiva…todo el día, todos los días. Totalmente al contrario de lo que imaginaba cuando me enteré, ahora sé que nunca voy a estar sola. Me cuesta verlo en una estrella, donde intenté colocarlo, porque eso me queda muy lejos y me da tristeza, y ahí me acuerdo que en realidad lo tengo al lado y el corazón se descontractura y hasta un calorcito interno que me hace bien.
Dijo Rocío, una luchadora de estrellas amarillas que día a día enfrenta este desafío de sonreírle a la vida tras un golpe que yo no sé si hubiera resistido: “La gente me ve y me cree una superhéroe por estar en pie y luchando por los otros como estoy a un año del accidente que me dejó sin familia, lo que no saben, es que yo VERDADERAMENTE  tengo una ayuda poderosa, y son mis 4 ángeles conmigo todo el tiempo a mis espaldas, ellos me dan fuerza y me cuidan”. (Rocío renace y se reconstruye a sí misma, luego de que en un accidente, se le “desencarnen” como dicen los brasileros, sus dos hijitos, su marido y su papá.
Renacemos, y dicta la vida que se nace llorando.

A pesar de conseguir ver lo bueno, dolió mucho hacerse a la idea de los NUNCA que aparecieron en mi vida: nunca voy a saber lo que es que se case un hermano, nunca voy a ser tía, nunca voy a saber lo que es tener sobrinos… y sé que a pesar de aceptar y, por así decirlo, encontrarle el lado positivo a todo esto, preferiría volver a ese 21 de Febrero del 2009, y evitar el accidente que me dejara sin mi único hermano.
Es por eso que al saber que 22 personas morían en Argentina por día en accidentes de tránsito, y en más del 90% de los casos era por errores humanos (soberbia a mi entender), no pude evitar pensar que 22 familias por día quebraban sus abrazos para siempre, padres desgarrados como mis papás, hermanos derrumbados como yo, parejas devastadas, hijos huérfanos…
Ahí conocí a la fundación Estrellas Amarillas, que pinta una estrella en el asfalto donde hubo una víctima fatal por un “accidente” de tránsito. Entendí que otra gran misión que Seba me daba, era transformar su estrella en conciencia.
Si la estrella de Seba logra que al menos 1 persona, al verla, reduzca la velocidad o no pase en doble fila, y por eso consiga llegar a su casa y besar a sus hijos…nos damos por bien pagados.
Su estrella fue pintada el 13 de enero (como regalo en su cumpleaños número 31) en la ruta 22 en el km 1.193, entre Allen y General Roca, gracias a los otros familiares de víctimas de accidentes de tránsito que transformaron su dolor en lucha por la vida a través de la fundación estrellas amarillas.
Hoy, como todos los días desde hace 37 meses, estamos juntos hombro a hombro dejando el mundo mejor de que lo encontramos.
Si esa estrella puede salvar la vida de alguien, esa estrella es mi lujo.

martes, 17 de enero de 2012

Que no se empañe el cristal!


Desde el día que entendí el concepto de “paradigma”…cristal con el que se miran las cosas, empecé a entender también la miopía (a pesar de convivir con ella hacía tiempo). Pero no la miopía física, la miopía intelectual, mental, conceptual.  Ahí se abrió un mundo nuevo para mí. Me di cuenta de que todo dependía de mi cristal, el cual consideraba perfectamente correcto, al punto de considerarme con la capacidad de juzgar el “ser” y el “hacer” de otras personas.
Y ahí entendí la teoría de la relatividad.
Pero claro!!! Era lógico!!! Cómo puedo considerarme con verdad alguna adquirida, si la realidad la construyo yo, con lo que consigo ver a través de mi cristal esmerilado a gusto e imperfecto, víctima de mi propia miopía? …y si no creo que es relativo mi cristal, y por ende mi realidad construida…entonces mi miopía es la más relativista y complicada de todas!





Más importante aún que reconocer esto, fue percibir el GRAN poder (y como diría el tío de Spiderman, la GRAN responsabilidad) que comenzaba a tener para conmigo y con mi felicidad. YO soy la responsable. YO soy responsable de mí misma, y esa responsabilidad es cosa seria, porque como diría mi mentor Facundo Cabral: “si no sos feliz, estás amargando a todo el barrio”.
Y la felicidad es contagiosa…PERO MIRÁ QUE SUERTE!!!! Es como jugar a la mancha, pero hay que decidir jugar para ser contagiado/”manchado”, si la mirás desde el paredoncito de tu casa…siamo fuore. Y si estas fuera de juego, no contagiás felicidad ni para vos, ni para nadie…contagiás lo que tengas en el momento, que si no es felicidad o la búsqueda de ella…mejor que te quedes del paredoncito para adentro.

En el camino del entendimiento, la única conclusión que ronda en el aire…es que no se sabe verdaderamente NADA. Y esto es parte de la hermosa relatividad de las cosas, que es la que nos da el don de la transformación de nuestra realidad. En cada momento de la vida, es increíble como creemos que ya llegamos al conocimiento de la verdad…en el último grado de la primaria, nos sentimos dioses…y pasamos a ser el chiste de todo el secundario, por ser tan minúsculos e inexpertos. Ahí escalamos a 5° año, paso a paso aprendiendo de los que saben…los de 5°, las mujeres morimos por ellos, los hombres los envidian, y cuando llegamos a ese máximo galardón de la experiencia…NADIE puede enseñarnos algo, lo sabemos todo.
Ahí pasamos a la universidad, y volvemos a ser unos pollitos mojados, y así sucesivamente hasta el día en que nos entregan el diploma de que ya no tenemos más nada que aprender en esta vida: certificado de defunción.
Y ahí ya depende de creencias…si volvemos a ser los muchachitos de primaria…o si ahí se acaba el chiste en serio.
Yo, particularmente, respecto al tema de si hay o no hay otras vidas/escuelas, no tengo una postura tomada, pero como tengo un vicio de que quiero que todo sea eterno: personas, relaciones, momentos… me gusta la idea y la miro de reojo con cariño.
También hay otra cosa respecto a la existencia o no de otras vidas (y ya me voy por las ramas, para variar, pero me distraigo y obro…como diría el brillante Fernando Pessoa), cuando se pierde a alguien muy muy importante para la vida de uno, resulta imposible creer que eso ya no existe más. Más aún, cuando se siente tanta energía en los que quedan (buena, mala…lo importante es transformarla, porque somos creadores!). O será que quien se va se transforma en energía para quien queda, que cuando se va, se transforma en energía para quien queda…y si la cosa es así…no hay chance de que en este 2012 no pase algo importante! Imagino la acumulación de energía!!! y ahora deberíamos estar más cargados que el malo de la última película de Xmen!!!! (no da para explicar tan estúpida comparación, pero es como para ser fiel a mi misma…no podía pensarlo y no escribirlo!… que pena que mi “me distraigo y obro” no dé frutos tan ricos como los de Pessoa…pero bué…c´est la vie!). Listooooo…me deliré again! Que lo tiró de las patas.
Ahora…siempre que miro a alguien, y tiene una postura muy diferente a la mía, me gusta intentar reconstruir el cristal desde el cual mira las cosas… al menos algunos pedacitos!, porque el cristal completo es el resultado de una vida de experiencias acumuladas, y seguramente estará modificándose en el mismo momento que yo intento crearlo.

MMMMMMmmmmm….experiencias acumuladas!!!! Lo mejor que nos da la vida!!!! Haré un post de eso, pero no ahora, porque me ramearé nuevamente.
Hace unos días hablaba con mi amigo Juan Marcos, y le contaba un traumita que tenía: Un día estaba tocándole la guitarra a mi papá, (porque me agarró cargo de conciencia de siempre estaba guitarreando con la vieja), y después de una hora seguida de show sin palabra alguna del viejo, le pregunté: y papá??? Te gusta???, a lo que el viejo respondió: “Sería posible que toques alguna completa sin errores?”… PUFFFFFFFF, “NUNCA MÁS!” , pensé. Y me lo guardé por años como un intento fallido de crear la misma conexión que con la vieja. A lo que Juan Marcos me dijo: “Pero claro! Lo que te dijo, es que necesitás mejorar, perfeccionarte!, no le veo nada de malo”.
Y entendí…tiene razón!!!, estaba mirando esa realidad, por años, desde el cristal del pesimismo, y nunca del optimismo!. Listopo!, un trauma menos!
 De ahí para adelante, los ejemplos son infinitos, pero no puedo contarlos, porque esto reconstruyendo mi realidad, en base a este nuevo giro cristalero que ha dado mi vida con ese gran descubrimiento.

Mi próximo post está decidido, será sobre la Estrella que le pintamos a mi hermano, en el lugar donde se transformó de “hermano” a “mi mejor aliado”. Pero no podía comenzar no explicando esto del cristal…porque si no iba a ramear a más no poder.

Se los quiere! A desempañar cristales que el camino es largo y divertido!!!
Autoconsejo: si la calle se pone dura...a aprender a hacer patito!