martes, 3 de mayo de 2011

Un barco está seguro en el puerto, pero no fue construído para eso...

Parece que las dudas existenciales son parte de uno, y no un bulto que se deja por ahí, o que se puede olvidar en el aeropuerto cuando se da el portazo (cierto portazo, porque cuando surgen esas dudas, se duda de todo).
Las dudas existenciales, en mí, son como una graaan nube de la duda, que me empieza a seguir por encima de la cabeza, y empieza a quitarle el sol a cada pasito que doy. Cuando esa nube empieza a descender sobre mi cabeza, empiezo a tener esa sensación de angustia feíta, magú le dicen algunos. Es que como dudera vieja, ya conozco esto... se siente un dejavú de lo inevitable…
Me leo y me siento el príncipe Vacili, de los Les Luthiers, famoso por su carácter dubitativo.
La nube de las dudas existenciales viene con esporádicos chaparrones que tira sobre mí, en los cuales cada gotita se mete en cada una de mis situaciones y decisiones actuales, las moja un poquito, las ablanda, y las tira sobre la tela de juicio. Los chaparrones empiezan esporádicos, y poco a poco van aumentando, hasta que llego al momento donde ni siquiera llego a secarme. Cuando vienen de vez en cuando, me pego una duchita de calorcito de mi realidad elegida, y me voy a dormir a mi confortable cama, olvidando el aguacero; pero con el chaparrón diario, eso es imposible!


Mi psicóloga (aún es mía si no la veo hace más de un año?) me dijo hace un tiempo, cuando le planteé mis dudas existenciales (que empezaban en los 15 benditos días de vacaciones) que ES BUENO TENER DUDAS EXISTENCIALES!, a lo que, como persona solidaria que soy, ofrecí regalarle todas las mías, y  le pedí una dirección donde donarlas, porque tanto capital, para mí, no es necesario.
Llegué incluso a renegar seriamente de mis dudas existenciales, años pidiéndoles por favor que me dejaran en paz...esas malditas realmente se preocupan por sacarme de mi silloncito de confort... explicándoles que quería simplemente ser una persona como el resto, que no sólo se adaptan a la realidad, sino que la disfrutan sin peros! Son simples, son felices, y no pretenden el título de Sherlock Holmes del pelo al huevo!
Hasta que lo logran.
Pateado el tablero, tomadas las decisiones tomadas, elegido el nuevo lugar en el mundo, debo admitir que les reconocí a mis dudas sus méritos: no estaría donde estoy, si no fuera por ellas y sus pinchazos permanentes. Definitivamente, no considero a la comodidad como la felicidad...al menos por ahora, pienso exactamente lo contrario.
Ahí medio que me amigué con ellas, "está bien, entiendo para qué están, están para hacerme mover, para  demostrarme que si algo no me está sonando a correcto en mi camino, tengo que ponerle todo el corazón y la fuerza de voluntad para levantarme de la silla de espectadora, y subir al escenario".
Y ahí está uno, tomando decisiones, modificando la realidad, buscando protagonismo en la propia vida, haciéndose responsable del ser humano que han puesto a nuestro cargo! ahí se pega el salto, y se empieza a correr, no sin antes...pfffffffffffffffff encender el fósforo, dar las espaldas a los barcos, y tirar el fósforo para quemarlos. Ahí se va uno corriendo contentísimo!, meta reconocer el nuevo paisaje, sintiéndose rey del mundo, superior al yo anterior, gritando a viva voz: SOOOOOOY EL DUEÑO DE MI VIDAAAAA!!!.
JJjajjajaa, sólo...que las muy guachinas dudas, no te van a dejar en paz así nomás. Vos creés que las quemaste junto con el barco, y que ya está, ¡¡¡que ahora sí!!!...pero no, su trabajo, parece no tener fin, hasta nuestro fin. Parece que nacen por y para nosotros, como las puertas de la ley de Kafka. Ahí, sin que nos demos cuenta, se transforman en una nueva nube de llovizna suave, que casi besándolos y con nostalgia, va cayendo en los barcos abandonados, apagando las fogosas llamas. Cuando ya están sanos y salvos, los recoge y los guarda con cuidado... no vaya a ser que los necesites más adelante!!! PPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPP GRRRRRRRRRRRR; DEMONIOOOOOOSSS!!! uno ahí, trotando como un conejo idiota, todo orgullosón...sin ver la nubecita que jocosa, viene atrás nuestro con el baúl de las dudas, recuerdos, renuncias, todo junto...esperando tu nuevo momento de comodidad.
Bueno, así tamos...viendo como la cansadora nube se nos está viniendo encima...
 
Seguir? Parar?
Ahora? Después?
Nunca? Siempre?
Acá? Allá? En ningún lado?
Lógico? Ridículo?
Optimismo? Ceguera idiota?
Sentimiento? Sensación?


La lista es infinita...

Sigo en la búsqueda...no tan triste como cansada, pero siempre, SIEMPRE, agradeciendo mi suerte.
Se los quiere!

4 comentarios:

  1. Nena, a veces pienso que si a través de Sartre no hubiera conocido al existencialismo, quizás me salvaba de las dudas (ironías mediante). Pero el muy jodido me hizo entender que siempre, y a cada momento, se presentan opciones (importantes o no, no interesa), lo que sí tiene peso es que cuando elegimos un camino a tomar, nos alejamos del otro). En fin, entiendo lo que te pasa. En mi caso, por suerte tenía definida mi pasión por la docencia, me enamoré de papá y llegaron Seba y vos. A partir de ahí asumir el “deber ser” me facilitó mucha cosas porque como le pasó al Principito era “responsable de mi rosa”. De cualquier modo, dudar es estar vivo y a vos no te falta capacidad para vibrar con las emociones y disfrutar de lo cotidiano.
    No dejes de escribir tu blog… es un placer leer cómo intentas desenredar la madeja. ¡¡¡Te amo!!!... Mamá

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  2. Ah no lo harás en vano

    se te helarán los dedos
    y el corazón y los olores

    se te helará la noche
    y la arrogancia y las rodillas

    se te helará la sangre
    y los crepúsculos y el humo

    se te helará el bostezo
    y el ademán y la lujuria

    se te helarán los ojos
    la madrugada y el esperma

    se te helará el ritual
    y las caricias y los signos

    se te helará la luna
    y el arbolito y la garganta

    se te helarán los labios
    y los disfrutes y la vida

    todo está listo
    no lo harás en vano


    De tu amigo Mario ;)

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  3. lo lei una vez y me gusto.
    pero tengo el cerebro apelmasado hoy,
    no tengo dudas q las dudas hacen dudar.
    un amigo pernambucano una vez le pregunte no se q cosa y me respondio: "acho que tal vez".
    salud2 sol.

    fulano sultano anonimo perez de ningun lado.

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  4. tan romántico y hermoso

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